lunes, 8 de diciembre de 2008

El Zen de Python

Hace mucho tiempo el entusiasta de Python Tim Peters plasmó de forma concisa los principios de diseño por los que guiarse al escribir en Python según el BDFL (Benevolent Dictator for Life o Dictador Benévolo de por Vida, en este caso Guido van Rossum, el creador de Python) en 20 aforismos, de los cuales sólo 19 han pasado a forma escrita.

Hermoso es mejor que feo.
Explícito es mejor que implícito.
Simple es mejor que complejo.
Complejo es mejor que complicado.
Plano es mejor que anidado.
Disperso es mejor que denso.
La legibilidad cuenta.
Los casos especiales no son suficientemente especiales como para romper las reglas.
Aunque lo pragmático gana a la pureza.
Los errores nunca deberían dejarse pasar silenciosamente.
A menos que se silencien explícitamente.
Cuando te enfrentes a la ambigüedad, rechaza la tentación de adivinar.
Debería haber una -- y preferiblemente sólo una -- manera obvia de hacerlo.
Aunque puede que no sea obvia a primera vista a menos que seas holandés. (NT: Guido van Rossum es holandés)
Ahora es mejor que nunca.
Aunque muchas veces nunca es mejor que *ahora mismo*.
Si la implementación es difícil de explicar, es una mala idea.
Si la implementación es sencilla de explicar, puede que sea una buena idea.
Los espacios de nombres son una gran idea -- ¡tengamos más de esas!

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